DBAE - Educación Artística Basada en las Disciplinas
Resumen.
El presente trabajo pretende profundizar sobre
los enunciados de la asignatura de Historia de Educación Artística (Máster de Formación de Profesorado de la UAM), en lo que
respecta al movimiento educacional DBAE, el contexto histórico de su
surgimiento, sus directrices vertebradoras, así como las influencias e
implicaciones del mismo en la visión contemporánea de la enseñanza artística.
1. introducción y contexto
1.1 Antecedentes
El término educación
artística basada en las disciplinas (DBAE) fue empleado por primera vez en 1984
por Dwaine Greer – presidente del Centro Getty para la educación en las Artes
de Los Ángeles, California (Agra Pardiñas, 1999; Díez del Corral, 2005) . No obstante, esta
fecha no marca en realidad, el comienzo del movimiento: ya desde finales de la
década de la década de 60, que en los EEUU se venía abogando por un cambio en
la concepción de la educación artística, como oposición (o relieve) al modelo
autoexpresionista impulsado tras las grandes guerras.
La evolución de los
tiempos, y en particular, la expansión de los medios audiovisuales, había hecho
menos presente la crisis cultural puesta de manifiesto por las guerras
mundiales (Barragán & Moreno, 2004) . Así, al modelo de
enseñanza de énfasis expresivo -que según lo sugería Dwaine Greer, insistía en
ver al niño como un artista autodidacta (Agra Pardiñas, 1999) - se suceden nuevas
concepciones que cambiarían significativamente el paradigma de la enseñanza
artística.
1.2 Contexto y surgimiento de la DBAE.
En Europa, la tendencia
para la educación centrada en la expresividad fue siendo sustituida por un
modelo más dirigido hacia los aspectos comunicativos de lo visual, respondiendo
así a los avances tecnológicos y al peso cada vez mayor, que iba asumiendo la
imagen en nuestra cultura (cada vez más mediatizada y con una crecente
presencia de las imágenes publicitarias). Se enfatizan entonces los referentes
de las teorías de la percepción y las leyes de la gestalt, priorizando así los
elementos básicos del lenguaje visual y plástico. De acuerdo con este modelo,
impulsado originariamente desde Italia, se ponía el acento en el desarrollo de
la alfabetización visual o del lenguaje visual, respondiendo prioritariamente a
la necesidad de preparar para la comprensión los diversos lenguajes visuales
presentes en lo cotidiano y dejando en un segundo plano, la tradicional
enseñanza artística (Barragán & Moreno, 2004) .
En las décadas de 70 y
80 -a la vez que en Europa se consolidan los modelos antes expuestos- en EEUU
se desarrolla la tendencia conocida como Discipline-based Art Education (DBAE),
impulsada por los estudios promovidos por el Getty Center, y en particular por
su figura de referencia, Elliot W. Eisner. Investigador en arte y educación,
Eisner, reúne los planteamientos de varios autores fundamentales en esta materia
(tales como Gardner, Arheim, Chapman, Goodman, entre otros) para promover un
movimiento que volvería a rescatar el interés educativo del arte, pero en esta
ocasión (y a diferencia del movimiento autoexpresionista)
mediante un modelo estructurado y secuenciado.
El objeto final no se resumía a los aspectos relativos a la creatividad o
expresividad sino que perseguía formar personas educadas en arte o, en palabras
de Mª Jesús Agra Pardiñas (1999) “construir una estructura de pensamiento, una
forma de mirar, que se prolongue desde luego mucho más allá del período escolar
y que capacite a las personas para comprender y apreciar los valores estéticos
del arte y del mundo que les rodea” (p. 170). Mediante la incorporación de un
diseño curricular sólido y organizado, el movimiento se desmarca de los
expresionistas de los años 50, criticados en muchas ocasiones por caer en el ingenuísimo
espontaneísta, el cual a su vez, habría contribuido para un el desgaste del
peso curricular de la enseñanza artística en las escuelas.
2. Fundamentos de la DBAE.
La educación artística
de base disciplinar busca un modelo sistematizado de educación artística con
una ambiciosa presencia en el sistema escolar y una relevancia similar a las
ciencias, donde el conocimiento producido es más fácilmente aceptado por la
sociedad como una utilidad social. Aunque al reivindicar el valor cognitivo del
arte, la DBAE se distancia de la posición autoexpresionista, este movimiento no
pretende obviar su valor emotivo, sino más bien integrarlo en una estructura
disciplinar más amplia. De esta manera se pretender reclamar un espacio en el
sistema educativo que permita superar la vieja discusión entre el arte como
dominio de la sensibilidad y la ciencia como campo de la razón. Se trata de una
propuesta que parte de considerar que “el arte es un hecho tan mental como
práctico y que puede ser enseñado, o por lo menos aprendido” (Díez del Corral, 2005, p. 449).
Conforme explica Eisner
(Brandt, 1987-88) , los programas de
educación artística basada en disciplinas, pretenden aportar una sistemática y
secuencial organización de la enseñanza, en función de las 4 principales operaciones
a través de las cuales las personas interaccionan con el Arte: la aprecian, la producen, la relacionan
con el contexto en el que fue creado, y la valoran o juzgan. En atención a
estas cuatro operaciones primordiales se definen las correspondientes
disciplinas que estructuran de forma interrelacionada la DBAE, las cuales se
analizarán en el siguiente apartado.
· LA PRODUCCIÓN ARTÍSTICA.
· LA CRÍTICA ARTÍSTICA.
· LA HISTORIA DEL ARTE.
· LA ESTÉTICA.
3. Las disciplinas de la educación artística.
3.1 La producción artística.
La DBAE entiende la
producción artística como uno de vectores en la educación artística, aunque
rehúsa la postura de reducir las clases de arte a la realización de trabajos
plásticos. Se señala el dejar hacer, como uno de los factores de
desgaste de la enseñanza artística, ya que si bien podría resultar –para
algunos- un recorrido de aprendizaje, en ningún momento se conformaría como un
proceso de enseñanza, y mucho menos aplicable a todos los alumnos. Para DBAE, una de las principales
aportaciones de la producción artística
en la enseñanza, consistía en la consciencia de que la participación activa y
directa en el proceso de producción de arte, ayuda los niños a comprender el
punto de vista de quienes crean arte.
3.2 La crítica artística.
A través de la crítica
de arte se pretende desarrollar la capacidad perceptiva, la capacidad de
analizar, describir e interpretar las cualidades de las formas visuales, y por
ende valorar las obras de arte. Según Eisner, enseñando cómo mirar mejor se
podrá apreciar mejor, no sólo el arte sino el mundo que nos rodea.
3.3. La historia del arte.
La disciplina pretende
proporcionar los conocimientos necesarios sobre el contexto cultural de la
producción de las obras artísticas, aspecto considerado fundamental para poder
apreciarlas.
Las imágenes y los
contextos donde se generan se influyen mutuamente. Si determinados climas
religioso, político o social que caracterizan cada época marcan y quedan
inscritas en el objeto artístico, también las imágenes que recebemos a lo largo
de la vida configuran nuestra interpretación. En este sentido, el papel de de
la Historia del arte en el marco interdisciplinar de la DBAE se concibe con el
propósito de hacer comprender a los estudiantes, esta relación de influencia
recíproca entre arte, artista y cultura.
3.4. La estética
La estética se concibe
desde la DBAE, como el área donde se contempla la naturaleza del arte y su
papel en la experiencia humana. Su papel
en el conjunto interdisciplinar tiene que ver con la necesidad de introducir a
los niños en cuestiones esenciales planteadas desde el dominio artístico (¿la
obra de arte necesita ser bella? ¿Puede algo ficcional contar la verdad?) . El
planteamiento de este tipo de cuestiones a los niños, les permite descubrir el
mundo artístico de una manera que la simple producción de imágenes no lo
lograría (Brandt, 1987-88) . En otras palabras,
la estética asume una posición esencial para
el desarrollo de una visión filosófica del arte (Agra Pardiñas, 1999) .
4. El currículum
Desde el movimiento
DBAE se reivindica la importancia de la implementación del modelo basado en las
disciplinas en el curriculum de educación general que reciben todos los estudiantes.
Se insiste en la necesidad de que el contenido del currículum de DBAE sea
explícito y desarrollado como documento escrito, secuenciado y acumulativo. Un
currículum que incluya y organice las 4 disciplinas antes descritas, a través
de las cuales se estudian las obras de arte, simultáneamente desde la
perspectiva del artista, el historiador de arte, el crítico y el esteta.
Pretendiendo reclamar el arte como un tema de estudio y no como una actividad
recreativa o terapéutica (Díez del Corral, 2005) , el curriculum de
DBAE procura proporcionar experiencias que ayuden a los alumnos de la
escolaridad obligatoria (y no necesariamente futuros artistas profesionales) a
pensar inteligentemente sobre el arte.
Eisner reconoce el papel
de la imaginación, y las oportunidades de expresión y el alivio que normalmente
ofrecen las asignaturas de enseñanza artística dentro de los áridos curricula
escolares generales donde abundan lo verbal o lo numérico. Es más, Eisner entiende
que la magia es un elemento fundamental tanto en la educación como en la propia
naturaleza del arte. Lo que se pondera
en la propuesta curricular de la DBAE es que si bien la magia es esencial para
el arte, sin una estructura no hay camino de acceso al arte, es decir, no es
posible lograr un aprendizaje artístico para todos. De esta manera, el curriculum ha de
componerse de magia pero también de estructura. (Díez del Corral, 2005)
5. Aportaciones y repercusiones del movimiento.
La DBAE inició un
proceso de puesta en valor de la enseñanza de la educación artística, tantas
veces relegada para segundo plano en los curricula y proyectos escolares, y
tuvo una influencia notoria en muchos de los desarrollos y propuestas de
educación artística desarrolladas con posterioridad. DBAE valorizó la
experiencia artística educativa no sólo en el ámbito de la enseñanza como
también en el de la investigación. En este sentido, la opción por una fuerte
estructura curricular – y sobre todo interdisciplinaria (Sullivan, 2005; Agra Pardiñas, 1999) - dio visibilidad al
campo de la investigación artística, que se incrementaría en las tendencias
contemporáneas, donde las ciencias reclaman cada vez más el campo de las creatividad
y las artes el del conocimiento. En un método de DBAE, un trabajo artístico es
el resultado de una síntesis entre un proceso de investigación -en el que se
reconocen campos de conocimiento propios de las disciplinas artísticas- y un
contenido curricular particular (Díez del Corral, 2005) .
Quizás
otra de las aportaciones más relevantes del movimiento DBAE impulsado por Getty
Institute fue la de incluir un modelo de aplicación práctica, tanto para el
aula como para la formación de profesorado, circunstancia que permitó llevarlo
a la práctica y simultanemante dinamizar los procesos de investigación
artística, antes mencionados.
Sin
embargo, la propuesta de Eisner también ha encontrado voces críticas en los
últimos tiempos, siendo sobre todo cuestionada por varios autores que desde un
marco posmoderno, han criticado las limitaciones de orientación de DBAE que,
según su juicio, mantendría una de arte individualista, etnocéntrica y
elitista, es decir, ocupando una posición de alta cultura (Barragán
& Moreno, 2004) .
Estas apreciaciones derivarían de que en
la propuesta DBAE, los objetos considerados arte, no se extienden hacia la
multiplicidad de propuestas de producción posmodernas de cultura visual, sino
que aquellos serían los seleccionados de entre una banda establecida como “alta
cultura”. En cualquier caso, e incluso para los autores que defenderían la
necesidad de volcar el enfoque sobre la comprensión de la cultura visual -en un
ámbito más vasto que los objetos artístcios de la DBAE- las propuestas y, sobre
todo, la fundamentación teórica de Eisner sobre la valoración del arte como,
algo esencial para la comprensión de la complejidad humana y su
producción, es una contrición ineludible
en la evolución de los modelos contemporáneos de la educación artística. Los
grandes propósitos planteados se mantienen en las tendencias actuales:
pretender que por medio de un programa eficiente y debidamente implementado en
las escuelas, los estudiantes puedan lograr que el mundo del arte y el entorno
visual donde viven se convierta en un recurso de enriquecimiento para sus vidas
(Brandt,
1987-88) .
Referencias
Agra Pardiñas, M. J. (1999).
Orientaciones interdisciplinares en educación artística. ADAXE-Revista de
estudios e experiencias educativas(14-15), pp. 167-184.
Barragán, J. M., & Moreno, A. (2004).
Experiencia artística y producción cultural, ámbitos para la intervención
socioeducativa. Educación Social(28), pp. 19-40.
Brandt, R. (1987-88, Dec-Jan). On
Discipline-Based Art Education: A Conversation with Elliot Eisner. Educational
Leadership, 45(4), 6-9.
Díez del Corral, P. (2005). Una nueva
mirada a la educación artística desde el paradigma del desarrollo humano. Tesis
doctoral. Madrid: Departamiento de didáctica de expresión plástica de la
Facultad de Bellas Artes de la UCM.
Sullivan, G. (2005). Art practie as
research. Inquiry in the visual arts. London: SAGE publications.
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